Suministros de hostelería

Los suministros de hostelería son mucho más que simples utensilios o maquinarias con las que poder trabajar y cumplir con nuestro cometido. Es una forma de mostrarnos ante nuestros clientes, de formar una reputación de marca y empresa, un sello de identidad que va a hablar de nosotros, de nuestra filosofía comercial, de nuestra implicación y dedicación.

Además, todos los suministros de hostelería deben proporcionar una practicidad óptima, cumplir con la legalidad vigente y ofrecernos unas excelentes prestaciones al mismo tiempo que guardan una excelente relación calidad-precio.

Por tanto, ante la vital importancia de los suministros de hostelería, podríamos formar grupos diferenciados en los cuales englobamos las distintas características que estos deben tener según el lugar que ocupan en nuestro negocio.

Maquinaria

Los suministros de hostelería que forman parte de la maquinaria son todos aquellos electrodomésticos que, diseñados de forma industrial, nos van a permitir aislar, conservar, cocinar y servir los alimentos de una forma óptima, adecuando siempre sus características al tipo de negocio que regentemos.

Desde restaurantes hasta bufés, servicios de catering para colegios o comunidades, hoteles o empresas organizadoras de eventos, la maquinaria de la que tenemos que hacer uso ha de ser siempre la adecuada a las necesidades de nuestro proyecto, a las diferentes características de trabajo de los productos y al mantenimiento de las propiedades nutricionales, sabores y puntos de cocción o elaboración.

Arcones congeladores, básculas de diversos tamaños, batidoras, amasadoras, asadores de carne, calienta bandejas, cortadoras de fiambres o verduras, deshidratadores de alimentos, expositores y vitrinas refrigerados, neveras, grills, planchas, lavavajillas, envasadoras… hay muchos y variados tipos de maquinaria que nos va a permitir optimizar todo el proceso de elaboración propio de un restaurante desde el momento de la adquisición de las materias primas hasta su óptima presentación en la mesa.

Que toda la maquinaria sea útil y adecuada a nuestro negocio en el momento de trabajar con ella nos va a mejorarlos resultados culinarios y nos permitirá avanzar en nuestro proyecto con las máximas garantías de eficiencia, seguridad y calidad.

Mobiliario

El mobiliario de cocina es todo aquel mueble que nos permite la manipulación o elaboración de nuestros platos y nos sirva de apoyo para una perfecta labor de servicio o emplatado.

Así pues, el mobiliario de una cocina industrial así como todos los suministros de hostelería que la acompañan, están fabricados con acero inoxidable, estructuras soldadas, patas de tubo regulables de altura con un fondo amplio sobre el que poder trabajar y de distintos largos para adaptarse a las diferentes necesidades de cada cocina.

Así mismo, tanto las encimeras como los estantes auxiliares, bien sean intermedios o autónomos, estarán también fabricados con acero inoxidable AISI 340, con acabados que pueden ser satinados y reforzados con omegas.

Existe una amplia variedad de mobiliario que permite adaptarse a las medidas concretas de cada cocina: fregaderos con bastidores y estantes huecos para los lavavajillas, mesas esquineras y auxiliares, soportes para maquinaria, mesas con estanterías incorporadas…
Uno de los productos estrella son las mesas frías, un compendio entre el mobiliario y la maquinaria, que nos permite tener un obrador donde trabajar de forma óptima al mismo tiempo que varias pequeñas neveras donde tener a mano aquello que más vayamos a utilizar, optimizando tanto el trabajo como el espacio frío de los alimentos. Estas mesas frías pueden ser con o sin desagüe y suelen estar fabricadas con acero inoxidable AISI-340 tanto en su interior como en su exterior. Las aristas son curvas, con apertura reversible de puertas, control digital de la temperatura, alarma por alta temperatura de condensación y poseen una eficiente gestión del consumo de energía.

Menaje

El menaje, dentro de los suministros de hostelería, podemos dividirlo en dos partes diferenciadas. Una haría referencia a todo tipo de utensilios que son indispensables en la cocina y la otra a todo el conjunto de utensilios que van a ser utilizados por los comensales.

Menaje de cocina

Si hablamos de la cocina, todos los elementos de los que vayamos a hacer uso para la elaboración y conservación de los alimentos van a tener que cumplir con las medidas de higiene básicas e incluso códigos que nos faciliten el trabajo.

Las tablas de cortar son un claro y excelente ejemplo de organización ya que cumplen con sus propias homologaciones y protocolos, dividiéndose por colores según su utilización. Esto podemos extrapolarlo al resto de utensilios de forma que todo nos permita un óptimo uso de nuestros recursos.

Sartenes, ollas, bandejas de horno, bols, cubetas para conservación o recipientes para almacenamiento así como todo tipo de utensilios, deben cumplir unas premisas básicas como son la resistencia térmica y mecánica o la higiene en el uso concreto al que van destinados, priorizando, además, materiales como la cerámica o el acero inoxidable cuya funcionalidad y baja porosidad los convierte en los elementos más duraderos e higiénicos para el trabajo del día a día.

Menaje de sala

Los suministros de hostelería enfocados al uso en sala están sufriendo una auténtica revolución puesto que su uso va mucho más allá de lo básico, cumpliendo también una función estética que va representar nuestra implicación personal en el negocio, añadiendo un valor intangible a nuestro servicio.

Cada elemento que presentemos en la mesa, desde la mantelería, cubertería, vajilla o el resto de utensilios, deben guardar una armonía estética acorde con el tipo de establecimiento y estar debidamente presentado. Ofrecer un toque de originalidad y elementos sorprendentes, nos va a diferenciar del resto y va a imprimir nuestro propio sello o marca.

Actualmente existen tendencias que nos permiten la originalidad y la personalización de los suministros de hostelería, como por ejemplo, el vidrio termoconformado, vajillas hechas a mano, lozas que aportan un estilo rústico, la utilización de boles en lugar de los platos hondos, las tablas de madera o pizarra, cubos y cestillos de acero inoxidable… elementos distintivos que formarán parte de la identidad del restaurante si trazamos una línea estética con la que definir nuestro modelo de negocio y personalidad propia.

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